La historia del Dresden
La historia del SS Dresden y sus inmigrantes comienza en Enero de 1889, casi un mes antes de la llegada del barco, anunciada ya por el agente de propaganda argentina en Dublín, Buckley O’Meara.
A partir de ese momento, los medios empiezan a informar que llegaban a Buenos Aires 250 familias ó 1500 inmigrantes desde Irlanda e Inglaterra.
La historia quedó registrada por los medios de la época. La cobertura durante el primer año de los diarios The Southern Cross, The Standard, Buenos Ayres Herald, La Prensa y La Nación, la cuentan con mucho detalle.
Pero el tiempo fue pasando y con su paso la fue tapando.
No pasó mucho al respecto hasta que Thomas Murray en 1919 publicó “The Story of the Irish in Argentina”, un gran trabajo de investigación y recolección de noticias, libros, cartas y relatos de los Irlandeses en Argentina desde la llegada del hombre blanco al territorio actual, hasta finales del siglo XIX. En su libro, Murray menciona el caso del SS Dresden y cuenta la historia con algunos detalles que luego devienen en errores que se van a repetir hasta hoy.
Pasaron los años y otra vez el tiempo fue tapando la historia con otras historias. Pero, una copia del libro de Murray quedó en las oficinas de The Southern Cross y llegó sana y salva y con todas sus hojas a 1999.
En ese año, Mike Geraghty tenía que escribir un artículo para publicar en el Buenos Aires Herald, unos días antes del día de San Patricio. En su investigación dio con el libro de Murray y con la historia del SS Dresden. De la unión nació “Argentina: Land of Broken Promises”, un artículo que sacó el libro del cajón y revivió la historia de los inmigrantes que vinieron en el SS Dresden ciento diez años después.
Luego de haber sido publicado, el artículo fue reeditado por la Society for Irish Latin American Studies (SILAS) y replicado en varios artículos relacionados con la historia de la inmigración irlandesa.
En esta cadena me encontré, al final del eslabón, con el artículo de Mike Geraghty y la lista de los inmigrantes que venían en ese barco (entre estos mi supuesto tatarabuelo James Pearce).
SILAS fue el punto de encuentro de la historia conmigo y fue también el marco donde empecé a trabajar para ahondar la historia.
Así fue que empecé a juntar las noticias de los diarios de la época y me hice de un buen número de ellas para profundizar un poco más los detalles. Encontré así detalles que no coincidían tal como estaban en la nota de Geraghty, pero que sí tenían algún punto de referencia que la validaba.
Acá empieza la etapa que llamo la “de los descendientes”, y la llamo así porque fue gracias a ellos que empezaron a aparecer detalles para nada menores en la historia.
Primero me encontré con Anne Miles. Ella vive en Inglaterra y me contactó en 2007 porque existía la posibilidad de que fuéramos parientes. Menuda noticia. Ella era nieta de Daisy May Pearce, la pequeña de 6 meses que vino en el SS Dresden junto a sus padres, James y Mary Jane. Ella hizo una maravillosa investigación y probó que James había muerto a poco de llegar y Mary Jane y Daisy volvieron a Inglaterra y allí se quedaron por el resto de sus vidas. Con esto probábamos, no solo que no éramos parientes, sino que mi tatarabuelo no era el James Pearce del SS Dresden.
Poco después, gracias a Peter Mulvany, uno de los descendientes y socios fundadores de SILAS, fue que di con otro pequeño detalle gigante. El nombre del barco no era el “City of Dresden”. El nombre correcto era el “SS Dresden”. Y si bien parece un detalle menor, cualquier hijo de vecino que quiera buscar a sus parientes en el barco City of Dresden (el de verdad), los va a encontrar como una pequeña tripulación de marineros en Nueva York, navegando en un pequeño barquito por las costas de Manhattan, que claro está, nada tenía que ver con el gigante de casi cinco mil toneladas.
Y fue así como poco a poco, la historia que me iba haciendo del ahora SS Dresden, iba cobrando otra forma. Una forma con más detalles y sobre todo, más matices.
Y fueron llegando más e-mails de descendientes.
Y me empecé a preguntar, qué hago? Si mi pariente no vino en ese barco, por qué habría de darle, de regalarle, mi tiempo a esta historia?
Quizás porque la abracé y ella me abrazó a mí y dejarla no era grato. Quizás porque no me gusta para nada la idea de que vuelva a quedar olvidada y tapada otros cien años. Quizás porque soy curioso y quiero saber qué pasó. Quizás porque siento un compromiso con los que me contactaron buscando información. Quizás porque vivir el rencuentro de dos primos segundos (compartían el mismo bisabuelo) que no se conocían, tocándome a mí ser el nexo vinculante, fue una experiencia enorme y única. Quizás por todo. Quizás por más.
Creo que todo sumó, todo se alineo de manera tal como para no dejarla dormir en el cajón de los recuerdos, sino más bien, todo lo contrario, dejarla viva y dando vueltas arriba de los escritorios, en los monitores de la computadoras y las tablets o smartphones, y por qué no, en los medios de comunicación.
Pero cómo? Cómo se hace?
Bueno, lo primero que se me ocurrió fue hacer un documental. La excusa era exponerlo en un Congreso de Estudios Migratorios que organizaba SILAS en México en 2009. Y allá fuimos, hicimos un documental con mi mujer y mis primos para exponer esta historia con los nuevos detalles y avances de la investigación a partir del aporte de los descendientes.
La idea de un documental iba a darle un influjo de vida a la historia, por supuesto impulsada por la magia de Internet.
Pero faltaba más. Faltaba darles a los descendientes un lugar protagonista como constructores de la historia. Y ahí empieza a tomar más forma el proyecto “Los descendientes del Dresden” que impulso hoy.
Ese fue el título que elegí porque las palabras juegan de una manera interesante, para que en el mismo barco viajen, no solo los inmigrantes de 1889, sino sus descendientes también, y que todos juntos nuevamente sigan navegando.
El objetivo del proyecto es sumar a los descendientes desde lo organizativo, desde lo editorial, desde donde sea que quieran participar. Y por supuesto cada uno con su historia.
Y llega un punto en esta maraña que las historias se cruzan y las vidas también. Así los Ryan se cruzaron y se encontraron con Roberto, con Ken y con Tiffany, unos aquí en Argentina, otros en Irlanda, en diferentes condados. Con detalles de la historia que los involucran con la participación en la guerra de la Triple Alianza, que vienen y que van de Irlanda a la Argentina, y con familiares que se conocían por otros menesteres pero no por como “parientes”. Y junto con los Ryan están los Gaineys.
También está Anne Miles, mi gran pariente que no fue. Madre y abuela reciente, investigadora por naturaleza y docente por vocación. Ella es y sigue siendo un pie fundamente en esta historia porque así como el Dresden trajo el mayor contingente de irlandeses al país, también trajo en el mismo barco, el mayor contingente de ingleses. Entonces ella es hoy la base del proyecto en Reino Unido.
También está la historia de Peter Mulvany (McCarthy) con sus primos segundos, quienes se conocieron por una casualidad gracias a Stella Maris Taddio. Stella es madre de un descendiente argentino de los McCarthy que vinieron en el Dresden. Su hijo, Javier McCarthy, se fue a vivir a Estados Unidos y le pidió a ella que investigue la historia de su familia paterna. Y la mamá se encontró con una historia gigante justo atrás del mascarón de proa de la fragata Libertad. Ella buscando información para una de sus pinturas la historia del mascarón de proa, se encontró con la distinción que la Armada Argentina le hacía a Peter como sobrino nieto del único argentino muerto bajo bandera irlandesa en la segunda guerra mundial luego de que un submarino alemán hundiera su barco. Peter es hoy la base del proyecto en Irlanda.
También Stella Zuccarelli, bisnieta de Mary Anne Stephens, quien sigue atrás de todo lo que vamos publicando desde 2005 porque “quiere saber de dónde vienen sus raíces”. Ese querer saber, tan simple y sencillo, pero que en este caso cuesta tanto, tanto esfuerzo en buscar y encontrar detalles de noticias, en las cartas de descendientes que puedan darnos otra idea u otros detalles, en fotos y por sobre todo, en esas historias de familia que llegan hasta hoy.
También está Jorge Nealon, de Mar del Plata. Uno de los primeros en aparecer y contar su historia. Sus dos bisabuelos John Nealon y Theresa Foley vinieron en el Dresden con 9 y 2 años respectivamente. Lazos que juntó el Dresden y que años después devinieron en hijos, nietos y bisnietos.
Pero también están los Bourke, los Bolster, los Treacy, los Rochford, los Reilly, los Dempsey y muchos otros que me contactaron hasta ahora y que también quieren saber qué pasó y sobre todo si tienen parientes por Argentina dando vueltas.
Es por esto que quien sepa que sus antepasados vinieron en este barco, puede participar no solo contando su historia, sino también poniéndose en contacto con otros descendientes y encontrar otra parte de la historia de la familia que no conocían.
Todas estas historias ayudan a que los interesados/participantes sepan más de la historia y conozcan de la vida de estos inmigrantes, qué fue de ellos y qué fue de sus descendientes.
Actualmente el proyecto cuenta con el apoyo de las siguientes personalidades e instituciones: Tánaiste y Ministro de Relaciones Exteriores y Comercio de Irlanda, Sr. Eamon Gilmore TD; el Sr. Concejal Máirtín Ó Muilleoir, Alcalde de Belfast; el ex Ministro de Educación Irlandés Seán Haughey; la Society for Irish and Latin American Studies (SILAS); la Embajada de Irlanda; el Consejo de la Comunidad Argentino Británica (ABCC); la Asociación Canadiense de Estudios Irlandeses (CAIS); Marino Local History Society; The Admiral Brown Society Foxford; The Maritime Institute of Ireland; la Comunidad Irlando-Uruguaya y la Clotarf Historical Society.
Búsqueda de Descendientes
A continuación detallamos las familias que nos contactaron y que están buscando descendientes de las familias en Argentina:
Familia Bourke: Carta de la Sra. Margaret Lyons (Nee Bourke) del condado de Limerick al Sr. Peter Mulvany luego de la publicación en el Limerick Leader de su artículo sobre el SS Dresden y el Proyecto de los Descendientes del Dresden: "En respuesta a su carta en el Limerick Leader la semana pasada en relación con los emigrantes que se embarcaron en el SS Dresden en Cobh hacia Buenos Aires en 1889. Soy la nieta de Louis Bourke, quien fue uno de ellos. Me dijeron que su esposa murió y que se llevó a todos sus hijos con él. Luego, un pariente me dijo que su esposa se fue con él. De esto no estoy muy segura. Un amigo mío buscó en la computadora y encontró los nombres de las personas que fueron. Llegaron el 15/2/1889. Louis Bourke (padre), Ellen, John, Mary, Patrick, Kate, Margaret y James. Louis (el padre) se volvió y trajo con él a su hijo John . Se volvió a casar y mi padre (Tom) fue su hijo. El resto de la familia se quedó en Buenos Aires. No sé nada de ellos. Debe haber unos pocos descendientes aún por allá. Mi padre murió en 1977. A menudo hablaba de su familia en América del Sur. Mi padre nació en 1901, por lo que mi abuelo regresó al menos uno o dos años antes de esa fecha. Mi padre solía decirme que su padre había trabajado en algún rancho cuidando de los caballos y el ganado, cuando estuvo en Argentina."
Familia Treacy: Linda Koenig y Patricia Treacy de Estados Unidos están buscando descendientes de la familia Treacy que vino en el Dresden: los padres John y Kate Treacy y los hijos Thomas, John, Patrick, William, Edmund, Kate y Johanna. En el blog hay es post especial de esta familia con más datos.
Familia Ball: Hace muy poco, María Ball participó de un programa de genealogía emitido en RTÉ. A partir de ahí los primos de María, Thomas y Lynda Ball, junto con María, nos contactaron para buscar familiares de la familia Ball que vino en el Dresden: los padres Thomas y Catherine, y los hijos William, Margaret, Mary, Joseph, John, Vincent, Michael y Charlotte. Michael y Charlotte junto con su madre Catherine volvieron a Irlanda. Ella murió en a poco de llegar (1895) y los chicos siguieron viviendo en su antigua casa. En el Facebook está el video original de The Genealogy Roadshow.
La historia del SS Dresden y sus inmigrantes comienza en Enero de 1889, casi un mes antes de la llegada del barco, anunciada ya por el agente de propaganda argentina en Dublín, Buckley O’Meara.
A partir de ese momento, los medios empiezan a informar que llegaban a Buenos Aires 250 familias ó 1500 inmigrantes desde Irlanda e Inglaterra.
La historia quedó registrada por los medios de la época. La cobertura durante el primer año de los diarios The Southern Cross, The Standard, Buenos Ayres Herald, La Prensa y La Nación, la cuentan con mucho detalle.
Pero el tiempo fue pasando y con su paso la fue tapando.
No pasó mucho al respecto hasta que Thomas Murray en 1919 publicó “The Story of the Irish in Argentina”, un gran trabajo de investigación y recolección de noticias, libros, cartas y relatos de los Irlandeses en Argentina desde la llegada del hombre blanco al territorio actual, hasta finales del siglo XIX. En su libro, Murray menciona el caso del SS Dresden y cuenta la historia con algunos detalles que luego devienen en errores que se van a repetir hasta hoy.
Pasaron los años y otra vez el tiempo fue tapando la historia con otras historias. Pero, una copia del libro de Murray quedó en las oficinas de The Southern Cross y llegó sana y salva y con todas sus hojas a 1999.
En ese año, Mike Geraghty tenía que escribir un artículo para publicar en el Buenos Aires Herald, unos días antes del día de San Patricio. En su investigación dio con el libro de Murray y con la historia del SS Dresden. De la unión nació “Argentina: Land of Broken Promises”, un artículo que sacó el libro del cajón y revivió la historia de los inmigrantes que vinieron en el SS Dresden ciento diez años después.
Luego de haber sido publicado, el artículo fue reeditado por la Society for Irish Latin American Studies (SILAS) y replicado en varios artículos relacionados con la historia de la inmigración irlandesa.
En esta cadena me encontré, al final del eslabón, con el artículo de Mike Geraghty y la lista de los inmigrantes que venían en ese barco (entre estos mi supuesto tatarabuelo James Pearce).
SILAS fue el punto de encuentro de la historia conmigo y fue también el marco donde empecé a trabajar para ahondar la historia.
Así fue que empecé a juntar las noticias de los diarios de la época y me hice de un buen número de ellas para profundizar un poco más los detalles. Encontré así detalles que no coincidían tal como estaban en la nota de Geraghty, pero que sí tenían algún punto de referencia que la validaba.
Acá empieza la etapa que llamo la “de los descendientes”, y la llamo así porque fue gracias a ellos que empezaron a aparecer detalles para nada menores en la historia.
Primero me encontré con Anne Miles. Ella vive en Inglaterra y me contactó en 2007 porque existía la posibilidad de que fuéramos parientes. Menuda noticia. Ella era nieta de Daisy May Pearce, la pequeña de 6 meses que vino en el SS Dresden junto a sus padres, James y Mary Jane. Ella hizo una maravillosa investigación y probó que James había muerto a poco de llegar y Mary Jane y Daisy volvieron a Inglaterra y allí se quedaron por el resto de sus vidas. Con esto probábamos, no solo que no éramos parientes, sino que mi tatarabuelo no era el James Pearce del SS Dresden.
Poco después, gracias a Peter Mulvany, uno de los descendientes y socios fundadores de SILAS, fue que di con otro pequeño detalle gigante. El nombre del barco no era el “City of Dresden”. El nombre correcto era el “SS Dresden”. Y si bien parece un detalle menor, cualquier hijo de vecino que quiera buscar a sus parientes en el barco City of Dresden (el de verdad), los va a encontrar como una pequeña tripulación de marineros en Nueva York, navegando en un pequeño barquito por las costas de Manhattan, que claro está, nada tenía que ver con el gigante de casi cinco mil toneladas.
Y fue así como poco a poco, la historia que me iba haciendo del ahora SS Dresden, iba cobrando otra forma. Una forma con más detalles y sobre todo, más matices.
Y fueron llegando más e-mails de descendientes.
Y me empecé a preguntar, qué hago? Si mi pariente no vino en ese barco, por qué habría de darle, de regalarle, mi tiempo a esta historia?
Quizás porque la abracé y ella me abrazó a mí y dejarla no era grato. Quizás porque no me gusta para nada la idea de que vuelva a quedar olvidada y tapada otros cien años. Quizás porque soy curioso y quiero saber qué pasó. Quizás porque siento un compromiso con los que me contactaron buscando información. Quizás porque vivir el rencuentro de dos primos segundos (compartían el mismo bisabuelo) que no se conocían, tocándome a mí ser el nexo vinculante, fue una experiencia enorme y única. Quizás por todo. Quizás por más.
Creo que todo sumó, todo se alineo de manera tal como para no dejarla dormir en el cajón de los recuerdos, sino más bien, todo lo contrario, dejarla viva y dando vueltas arriba de los escritorios, en los monitores de la computadoras y las tablets o smartphones, y por qué no, en los medios de comunicación.
Pero cómo? Cómo se hace?
Bueno, lo primero que se me ocurrió fue hacer un documental. La excusa era exponerlo en un Congreso de Estudios Migratorios que organizaba SILAS en México en 2009. Y allá fuimos, hicimos un documental con mi mujer y mis primos para exponer esta historia con los nuevos detalles y avances de la investigación a partir del aporte de los descendientes.
La idea de un documental iba a darle un influjo de vida a la historia, por supuesto impulsada por la magia de Internet.
Pero faltaba más. Faltaba darles a los descendientes un lugar protagonista como constructores de la historia. Y ahí empieza a tomar más forma el proyecto “Los descendientes del Dresden” que impulso hoy.
Ese fue el título que elegí porque las palabras juegan de una manera interesante, para que en el mismo barco viajen, no solo los inmigrantes de 1889, sino sus descendientes también, y que todos juntos nuevamente sigan navegando.
El objetivo del proyecto es sumar a los descendientes desde lo organizativo, desde lo editorial, desde donde sea que quieran participar. Y por supuesto cada uno con su historia.
Y llega un punto en esta maraña que las historias se cruzan y las vidas también. Así los Ryan se cruzaron y se encontraron con Roberto, con Ken y con Tiffany, unos aquí en Argentina, otros en Irlanda, en diferentes condados. Con detalles de la historia que los involucran con la participación en la guerra de la Triple Alianza, que vienen y que van de Irlanda a la Argentina, y con familiares que se conocían por otros menesteres pero no por como “parientes”. Y junto con los Ryan están los Gaineys.
También está Anne Miles, mi gran pariente que no fue. Madre y abuela reciente, investigadora por naturaleza y docente por vocación. Ella es y sigue siendo un pie fundamente en esta historia porque así como el Dresden trajo el mayor contingente de irlandeses al país, también trajo en el mismo barco, el mayor contingente de ingleses. Entonces ella es hoy la base del proyecto en Reino Unido.
También está la historia de Peter Mulvany (McCarthy) con sus primos segundos, quienes se conocieron por una casualidad gracias a Stella Maris Taddio. Stella es madre de un descendiente argentino de los McCarthy que vinieron en el Dresden. Su hijo, Javier McCarthy, se fue a vivir a Estados Unidos y le pidió a ella que investigue la historia de su familia paterna. Y la mamá se encontró con una historia gigante justo atrás del mascarón de proa de la fragata Libertad. Ella buscando información para una de sus pinturas la historia del mascarón de proa, se encontró con la distinción que la Armada Argentina le hacía a Peter como sobrino nieto del único argentino muerto bajo bandera irlandesa en la segunda guerra mundial luego de que un submarino alemán hundiera su barco. Peter es hoy la base del proyecto en Irlanda.
También Stella Zuccarelli, bisnieta de Mary Anne Stephens, quien sigue atrás de todo lo que vamos publicando desde 2005 porque “quiere saber de dónde vienen sus raíces”. Ese querer saber, tan simple y sencillo, pero que en este caso cuesta tanto, tanto esfuerzo en buscar y encontrar detalles de noticias, en las cartas de descendientes que puedan darnos otra idea u otros detalles, en fotos y por sobre todo, en esas historias de familia que llegan hasta hoy.
También está Jorge Nealon, de Mar del Plata. Uno de los primeros en aparecer y contar su historia. Sus dos bisabuelos John Nealon y Theresa Foley vinieron en el Dresden con 9 y 2 años respectivamente. Lazos que juntó el Dresden y que años después devinieron en hijos, nietos y bisnietos.
Pero también están los Bourke, los Bolster, los Treacy, los Rochford, los Reilly, los Dempsey y muchos otros que me contactaron hasta ahora y que también quieren saber qué pasó y sobre todo si tienen parientes por Argentina dando vueltas.
Es por esto que quien sepa que sus antepasados vinieron en este barco, puede participar no solo contando su historia, sino también poniéndose en contacto con otros descendientes y encontrar otra parte de la historia de la familia que no conocían.
Todas estas historias ayudan a que los interesados/participantes sepan más de la historia y conozcan de la vida de estos inmigrantes, qué fue de ellos y qué fue de sus descendientes.
Actualmente el proyecto cuenta con el apoyo de las siguientes personalidades e instituciones: Tánaiste y Ministro de Relaciones Exteriores y Comercio de Irlanda, Sr. Eamon Gilmore TD; el Sr. Concejal Máirtín Ó Muilleoir, Alcalde de Belfast; el ex Ministro de Educación Irlandés Seán Haughey; la Society for Irish and Latin American Studies (SILAS); la Embajada de Irlanda; el Consejo de la Comunidad Argentino Británica (ABCC); la Asociación Canadiense de Estudios Irlandeses (CAIS); Marino Local History Society; The Admiral Brown Society Foxford; The Maritime Institute of Ireland; la Comunidad Irlando-Uruguaya y la Clotarf Historical Society.
Búsqueda de Descendientes
A continuación detallamos las familias que nos contactaron y que están buscando descendientes de las familias en Argentina:
Familia Bourke: Carta de la Sra. Margaret Lyons (Nee Bourke) del condado de Limerick al Sr. Peter Mulvany luego de la publicación en el Limerick Leader de su artículo sobre el SS Dresden y el Proyecto de los Descendientes del Dresden: "En respuesta a su carta en el Limerick Leader la semana pasada en relación con los emigrantes que se embarcaron en el SS Dresden en Cobh hacia Buenos Aires en 1889. Soy la nieta de Louis Bourke, quien fue uno de ellos. Me dijeron que su esposa murió y que se llevó a todos sus hijos con él. Luego, un pariente me dijo que su esposa se fue con él. De esto no estoy muy segura. Un amigo mío buscó en la computadora y encontró los nombres de las personas que fueron. Llegaron el 15/2/1889. Louis Bourke (padre), Ellen, John, Mary, Patrick, Kate, Margaret y James. Louis (el padre) se volvió y trajo con él a su hijo John . Se volvió a casar y mi padre (Tom) fue su hijo. El resto de la familia se quedó en Buenos Aires. No sé nada de ellos. Debe haber unos pocos descendientes aún por allá. Mi padre murió en 1977. A menudo hablaba de su familia en América del Sur. Mi padre nació en 1901, por lo que mi abuelo regresó al menos uno o dos años antes de esa fecha. Mi padre solía decirme que su padre había trabajado en algún rancho cuidando de los caballos y el ganado, cuando estuvo en Argentina."
Familia Treacy: Linda Koenig y Patricia Treacy de Estados Unidos están buscando descendientes de la familia Treacy que vino en el Dresden: los padres John y Kate Treacy y los hijos Thomas, John, Patrick, William, Edmund, Kate y Johanna. En el blog hay es post especial de esta familia con más datos.
Familia Ball: Hace muy poco, María Ball participó de un programa de genealogía emitido en RTÉ. A partir de ahí los primos de María, Thomas y Lynda Ball, junto con María, nos contactaron para buscar familiares de la familia Ball que vino en el Dresden: los padres Thomas y Catherine, y los hijos William, Margaret, Mary, Joseph, John, Vincent, Michael y Charlotte. Michael y Charlotte junto con su madre Catherine volvieron a Irlanda. Ella murió en a poco de llegar (1895) y los chicos siguieron viviendo en su antigua casa. En el Facebook está el video original de The Genealogy Roadshow.
The Southern Cross - Edición Julio 2014 (pág. 7) |